MATILDE VILCHES

Mis ganas de aprender sobre los animales y su cuidado, me llevaron a trasladarme a Barcelona a estudiar. Allí encontré tantas posibilidades que enganché un año tras año.

Elegí todo aquello que además de gustarme, me ayudase a mejorar mis conocimientos sobre animales y mascotas. Auxiliar Técnico de Zoos y Acuarios, Auxiliar Técnico y Quirúrgico de Veterinaria, Rehabilitador de Fauna Salvaje, Adiestramiento Canino y hasta Peluquería Canina. Y cuando no puedes parar, ¿de qué te das cuenta? De que has encontrado aquello que de verdad te llena, a lo que te quieres dedicar tu vida. Fue especial la experiencia que adquirí en Maragall Exotics sobre el cuidado de especies exóticas.

Mi día a día era estar acompañada de erizos africanos, hurones, serpientes y loros de mil colores. ¿Te imaginas? A la mayoría de estos animales no los había visto en mi vida. Con la Fundación Bocalán aprendí a sacar el máximo potencial de nuestras mascotas. El adiestramiento de perros para ayudar a personas con movilidad reducida, con algún tipo de discapacidad o especiales para terapias conlleva un trabajo constante de entre 8 y 10 meses. Es increíble todo lo que se puede conseguir de ellos y los innumerables beneficios: Mejor ambiente en el hogar, disminución del estrés, independencia para el día a día, mejor desarrollo emocional de los niños, etc

Viví en Lisboa gracias a una beca Leonardo de la Fundación BBVA. Seguía interesada en animales exóticos y salvajes así que solicité desarrollar mi investigación en un centro de rehabilitación de fauna salvaje de la ciudad, lo que me permitió conocer Portugal, su idioma y su excelente comida. El amor incondicional por los animales, los conocimientos, experiencia que adquerí que me dan la oportunidad de poner en práctica todos los días en mi trabajo. Tengo la suerte de contar con los mejores dueños de mascotas del mundo.

ME GUSTAN LOS ANIMALES DESDE QUE TENGO USO DE RAZÓN

Siempre quise ser veterinaria pero cuando un amigo me contó cómo eran las prácticas, no me vi capaz.

No puedo soportar ver sufrir a un animal.

Desde pequeña he montado a caballo. Había un centro hípico cerca de mi casa. Allí no solo había caballos, sino todo tipo de animales por lo que las horas se pasaban volando.

Al llegar a casa todos me huían. Imaginaros cómo olía después de todo un día de calor, animales y cuadras. ¡Ja! aún recuerdo sus caras, ¿y la mía? de auténtica felicidad. Por eso en mi tiempo libre me gusta hacer deporte al aire libre y estar en contacto con la naturaleza. Así que en vacaciones, también me encontraréis rodeada de animales.

Estudiar y trabajar tanto tiempo fuera, me hizo añorar mucho Cádiz, mi tierra y sobre todo a mi familia.

Los años que trabajé fuera, los aproveché al máximo para aprender y ahorrar. Me decidí a regresar y dar el salto a ser empresaria en 2012. Fíjate si fue novedoso aquí en Cádiz, que hasta salí en la prensa y me entrevistaron en la radio. Había vivido en Barcelona y allí ya funcionaba este tipo de servicio, el de atención a mascotas a domicilio.

Busqué una buena furgoneta y acondicioné su interior para que las mascotas y yo pudiésemos estar lo más cómodos posible. Agua caliente, secador, cepillos, cardas, distintas tijeras y cuchillas, superficies estables y todo lo necesario para conseguir que estén guapos y saludables durante más tiempo.